Page 17 - La Luz del Yoga (Ejemplo)
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LA LUZ DEL YOGA                      15
           Pero  las  personas  que  piensan  con  profundidad  deberán  analizar  y
           estudiar seriamente el tema, si desean entender lo que es la inmortalidad.
           ¿Acaso es la inmortalidad la prolongación de las funciones vitales y la
           perpetuación del cuerpo físico? ¿O es acaso algo diferente, supramundano
           o espiritual? ¿Deberá el hombre dejar a un lado su anhelo por vivir una
           larga vida y dedicarse a alcanzar la inmortalidad del Alma?

           Al analizar este punto te das cuenta que meramente vivir una larga vida
           no asegura la felicidad. El propósito de la vida no es crecer como un árbol
           hasta llevar una vida vegetativa. La verdadera vida no es la prolongación
           ni la perpetuación de las funciones vitales. La vida no es el fin, sino el
           medio hacia la verdadera vida, la vida eterna. Por eso, la vida vital debe
           ser conservada y prolongada entre los límites físicos y las posibilidades
           racionales. Pero sin la verdadera comprensión de la finalidad de la vida,
           el mero prospecto de la prolongación de la vida es más aterrador que la
           misma muerte.

           Voy  a  ser  más  explícito.  Si  tú  continúas  viviendo  en  un  cuerpo
           saludable, repitiendo día tras día las mismas experiencias del mundo
           sensorial,  es  decir,  acumulando  dinero,  tratando  de  ser  agradable
           con tus amistades y familiares y rudo con tus enemigos, tratando de
           mantener las corrientes del amor y de odio, te sentirás aburrido en muy
           poco tiempo. Un día observarás tu vida como una vacía extensión de
           vanidad. En tal circunstancia, la inmortalidad en el cuerpo físico no
           te parecerá deseable; más bien te parecerá una maldición, como estar
           confinado en cadena perpetua.

           Por otra parte, si vives tu vida tratando de ampliar tus horizontes mentales,
           dedicándote a mejorar tus niveles éticos y mentales –esforzándote por
           adquirir valores perdurables, lo esencial en tu ser; tratando de eliminar el
           orgullo, la vanidad, la avaricia y, en cambio, desarrollando la humildad
           y  la  sinceridad–  entonces  sí  estarás  viviendo  la  vida  a  plenitud,  con
           propósito y resolución. En este caso, posponer una muerte prematura
           será una gran bendición para ti.
           Si vives empeñado en cambiar tu personalidad, dejando a un lado los
           mismos errores, las mismas ilusiones, las mismas vanidades y los mismos
           apegos que arrastrabas desde la niñez, entonces estarás viviendo con un
           buen propósito. Crecerás en sabiduría, tu razonamiento se iluminará,
           tu personalidad se irá integrando más y más, y vivirás una vida con
           verdadero propósito. Prolongar esta vida te ayudará, no será una carga
           para el logro de tu meta.






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