Page 18 - La Luz del Yoga (Ejemplo)
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16 LA LUZ DEL YOGA
Pero, saber que la vida no puede continuar indefinidamente no implica
temerle a la muerte. Continuar la experiencia en el cuerpo físico no es la
inmortalidad, sino un medio necesario para la evolución y el crecimiento
espiritual. Por eso, esfuérzate por ser saludable, evitar las enfermedades,
y vivir una larga vida; no para experimentar más placeres mundanos, sino
para concentrar tus energías mentales al fin de integrar tu personalidad
y lograr la meta de la vida. Así podrás ampliar los horizontes de tu
sabiduría e intensificar tu devoción a vida y meta verdadera: Dios y el
Yo Superior. Vive para realizar tu verdadero Ser. Vive para lograr la
unión con Dios. Vive para fundir tu ser en Dios. Con esta visión, hasta
una vida corta es una bendición; y sin esta visión, hasta una larga vida
será una carga, una maldición.
Aquello que es ilimitado e infinito sólo puede disfrutar de la inmortalidad.
Todo lo que es limitado, compuesto de partes y agregados, cambia, y el
cambio es muerte.
Para el hombre sabio la muerte física no significa un detenimiento de los
logros y expansión de la vida, sino un mero cambio en la personalidad
externa; un cambio en el ropaje del cuerpo. Uno continúa reencarnando
hasta que los deseos mentales por disfrutar de experiencias físicas han
sido agotados y sublimados en la visión de la inmortalidad del Espíritu;
donde se transciende la mente a pesar de vivir en la estructura mortal
del cuerpo físico. El sabio no necesita volver a nacer en este mundo
pasajero para experimentar la apatía de los sentidos. Él existe como
Espíritu Inmortal y se convierte en la muerte de todos los procesos de
morir. Nada le afecta, el sabio es la Verdad eterna, la devoción ilimitada,
la Dicha infinita, el Océano de la Inmortalidad.
A U M
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